Victoria Kent Siano (1892-1987). Abogada y política española, nacida en Málaga. Fue diputada por las Cortes Republicanas y directora general de Prisiones.
Se instala en París para ayudar a los refugiados españoles tras la Guerra Civil, aunque la ocupación nazi de Francia, la obliga a estar encerrada y oculta durante cuatro largos años.
Tras la liberación de París, vivirá en Ciudad de México y posteriormente en Nueva York, donde continuará con su vida de abogada y en contacto con los españoles republicanos del exilio.
Regresa a España en 1977, dos años después de la muerte de Franco, aunque finalmente regresa a Nueva York, ciudad en la que fallece en noviembre de 1987.
Vida de Victoria Kent
¿Cuáles fueron sus orígines?
Victoria Kent Siano, nace en Málaga el 6 de marzo de 1892 (en algunos documentos cambió su fecha de nacimiento por 1897). Cuarta hija del matrimonio formado por José Kent Román, comerciante de tejidos con antepasados ingleses, y de María Siano González.
¿Cómo fueron sus primeros años y su llegada a Madrid?
Pasa en Málaga su infancia y su primera juventud. Tras esta etapa, se traslada a Madrid en 1916 para acabar el bachillerato y estudiar en la universidad. En esta ciudad, residirá en la Residencia de Señoritas, vinculada a la Institución Libre de Enseñanza. Durante estos años se paga sus estudios dando clases particulares y trabajando de profesora en la enseñanza secundaria. En estos años entra en contacto con diversas asociaciones feministas que buscaban la emancipación de las mujeres.
En 1920 ingresa en la universidad para estudiar la carrera de derecho, y cuatro años después obtiene el doctorado y en 1925 ingresa en el Colegio de Abogados de Madrid, siendo la primera mujer en hacerlo. Podemos decir, por tanto, que inicia su andadura profesional en tiempos de la dictadura del general Primo de Rivera. En 1930 se convierte en la primera mujer que participa como abogada en un tribunal militar. Defendió al dirigente republicano Álvaro de Albornoz, juzgado por haber participado en los preparativos de un levantamiento contra el rey Alfonso XIII. Finalmente, Victoria Kent, consigue la absolución de su defendido en marzo de 1931, lo que le reportó gran popularidad.
¿Cómo llega a ser diputada en las Cortes de la Segunda República?
En 1931 se une a las filas del Partido Socialista Republicano Radical, que posteriormente sería Izquierda Republicana, al unirse con el partido Acción Republicana. Sería ese mismo año, tras la proclamación de la Segunda República, cuando es elegida diputada por Madrid en las elecciones a Cortes Constituyentes. Fue una de las tres únicas mujeres que formaban parte del arco parlamentario, junto con Clara Campoamor y Margarita Nelken.
¿Cuál fue su postura con respecto al voto femenino?
A pesar de ser una feminista convencida, no se mostró partidaria del derecho a voto de las mujeres, ya que estaba convencida de que no era el momento propicio para ello, por la falta de instrucción de la mayoría de las mujeres, y porque pensaba que sería un voto muy influenciado por sus maridos y por sus confesores religiosos, por lo que se podía poner en peligro a la propia República. Esta posición la enfrentó a la diputada por el centrista Partido Republicano Radical, Clara Campoamor, que sí defendía el derecho a voto de la mujer, postura que finalmente acabó venciendo. Sin embargo, la victoria de los partidos de centro y de derecha en las elecciones de 1933, las primeras elecciones con voto femenino reforzarían la postura de Victoria Kent.
¿Cómo fue su labor en la Dirección General de Prisiones?
Su labor política no quedó únicamente en su función de diputada. En 1931 recibe la propuesta, por parte de Alcalá Zamora (presidente de la República), de hacerse cargo de la Dirección General de Prisiones, ya que Victoria tenía estudios en cuestiones penales. En dicho cargo se mantuvo catorce meses, poco tiempo, sin embargo, su labor fue muy importante, tanto es así, que se la considera una de las reformas penitenciarias más importantes de la historia de España. Victoria Kent creía en la idea de humanizar las cárceles, ya que pensaba que estas debían de tener la función de corregir al delincuente y recuperarlo para la sociedad. Entre sus medidas que propuso, se encontraban, el cierre de cárceles por sus malas condiciones, la creación de nuevas y modernas cárceles, como la Cárcel de Mujeres de Madrid; la supresión de las celdas de castigo y del uso de cadenas y grilletes; el aumento de la ración alimentaria; la libertad de culto; los buzones de reclamaciones; los permisos de salida por razones familiares; y la creación de un Instituto de Estudios Penales. Desafortunadamente, muchas de sus reformas no fueron del agrado de mucho de los miembros del gobierno, que pensaban que eran medidas “muy humanitarias”, y que no tendrían un respaldo social suficiente, por lo que decide dimitir de su cargo.
¿Qué ocurrió tras su dimisión de la Dirección General de Prisiones?
Victoria Kent se dedicó a dar conferencias y mítines por la geografía española. En las elecciones de noviembre de 1933, no consigue escaño, por lo que continúa su tarea como abogada. En las elecciones de 1936, consigue acta de diputada por Jaén, pero el estallido de la Guerra Civil ese mismo año, pone fin a esta etapa.
¿Cuál fue su labor en la Guerra Civil española y en la posguerra?
En la guerra, estuvo el frente de Guadarrama, cerca de Madrid, donde se ocupó de la vestimenta y del suministro de alimentos para el bando republicano y la protección de los niños. En 1937, el gobierno republicano la nombra secretaria de la embajada de España en París, por lo que ayudó a muchos a buscarles asilo en Francia.
Finalizada la contienda, sigue como exiliada en París, continuando con su labor de ayuda a los refugiados. La ocupación nazi de París la obliga a permanecer oculta y encerrada, desde 1940 a 1944, con un nombre falso, para evitar ser capturada por la Gestapo. De estos años da testimonio en su obra Cuatro años en París.
¿Dónde vivió tras la liberación de París y el fin de la ocupación nazi?
Tras la liberación de París, marcha a México donde vivió dando clases, conferencias y manteniendo contacto directo con los exiliados españoles. Durante estos años, funda la Escuela de Capacitación para el Personal de Prisiones y viaja a Argentina en varias ocasiones.
En 1952 comienza una nueva etapa en la ciudad de Nueva York, para ser consejera del gobierno español republicano en el exilio, sin embargo, presentó su dimisión al poco tiempo. En 1953 funda y dirige la revista Ibérica, revista que pretendía ayudar al restablecimiento de la democracia en España y para ser un foro de debate sobre los asuntos españoles.
¿Cómo fueron sus últimos años?
En 1977, dos años después de la muerte de Franco, regresaría por poco tiempo a España. Durante su estancia, hizo llamamientos a la concordia y al restablecimiento de la democracia y siguió insistiendo en la idea de una reforma penitenciaria.
En 1986 recibe la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort por el Ministerio de Justicia español, en reconocimiento a su labor, pero no pudo ir a recogerlo. Finalmente, fallece el 25 de septiembre de 1987 en Nueva York.
Juan Manuel López